En 1998, el artista pinta un cuadro de “Y aprendieron que están desnudos”, donde intentan recrear la integridad psicológica de los progenitores de la humanidad, su ser indiviso. Los mundos instintivo-sensual, emocional-intelectual no se oponen a las energías llenas de gracia que todavía fluyen desde arriba.
Adam, según Kharitonov, es un titán de ojos azules cuya mano izquierda, que se extiende sobre la hierba con sus dedos, descansa entre los muslos divorciados de Eva… Sin embargo, Kharitonov no muestra en ningún lugar el momento de violación del Primer Testamento, yendo directamente a la caída de estrellas “Destierro”. ¡Cómo crecieron los Progenitores, habiendo probado el Conocimiento! Pero están tratando en vano de mantener las bolas de fruta encogidas, se desploman sin control en el abismo del tiempo…