En los años 20. Siglo XVI. El maestro se volvió hacia el paisaje mismo, sin motivos de trama.
Este género en sus obras está representado por docenas de dibujos y grabados y dos pinturas: “Paisaje del Danubio” y “Paisaje con un puente”.
Altdorfer pintó estas imágenes de memoria en el taller, combinando paisajes vistos en diferentes lugares en una sola obra. Es notable que Altdorfer no solo prefirió la imagen de la naturaleza, sino que también recibió órdenes de los fanáticos del paisaje “puro”.