“Madonna en el Jardín de las Rosas” – una de las primeras Madonna Botticelli. La aparición de la Virgen María combina orgánicamente las características de las heroínas de Filippo Lippi y Andrea del Verrocchio y, al mismo tiempo, está marcada por la gracia de la estructura lineal que es característica de Botticelli ya en el período inicial de su trabajo.
Como en los otros maestros de Madonna, escritos en los años 1469-1470, la composición está impregnada de consideración y lirismo. Lo mismo con la transferencia de volúmenes de plástico. El artista no está interesado en el sombreado de corte. El énfasis decisivo en la identificación de las formas que hace en la línea.
Al describir la forma, su línea permite irregularidades en términos de precisión anatómica de la imagen. Pero estas irregularidades se explican no por los errores en el dibujo, sino por la expresión de Botticelli, que desempeña el papel principal en su pintura. Y el tema principal de la pantalla para él no es el mundo objetivo, sino un área de sueños, imaginación.
Un arco en las columnas, que repite la forma del marco de la imagen, rodea la figura de Mary sentada en un banco de piedra, con el Bebé en sus brazos. Botticelli logró transmitir el volumen de la figura y la profundidad del espacio. Detrás de la espalda de la Virgen se puede ver un jardín con rosas florecientes, que son uno de los símbolos de la Virgen María.