Madonna con una flor de Leonardo Da Vinci retratada a temprana edad. En este momento, sus pinturas fueron influenciadas por el trabajo de Verrocchio, quien fue su maestro. Esta es la primera creación independiente del artista.
Contemporáneo notó un detalle expresivo. Da Vinci representa una jarra de agua. Se las arregló para pasar el agua sudorosa lo más realista posible.
Este es un verdadero hallazgo del pintor. Un jarrón de cristal con flores delicadas sugiere que la heroína es pura e inocente.
Ante nosotros está la Virgen María. Ella es verdaderamente hermosa. Sus rasgos son verdaderamente perfectos. El peinado de cabello castaño ondulado es impresionante.
Fue ella quien le da a la heroína la inocencia y el encanto. El pintor presta la máxima atención. Ropa lujosa hecha de telas caras impresiona por su magnificencia.
En los brazos de la Virgen María, vemos a Cristo. El bebé extiende sus manos hacia la flor, que está en manos de su madre. Este gesto fue importante.
Esto sugiere que el niño es completamente inocente, y al mismo tiempo predice la crucifixión que le espera en el futuro.
Leonardo Da Vinci utiliza hábilmente una paleta de colores. La imagen está dominada por tonos marrones, rojos y dorados. Parece que todo el lienzo está lleno de una luz especial.
Leonardo crea un lienzo sobre un tema religioso. Pero su Madonna es una bella mujer común y corriente que tiene un bebé en sus brazos. Si el espectador no supiera que era la Virgen María y Cristo, habría pensado que era gente común.
Da Vinci transmite los colores más realistas. Los héroes de su creación cobran vida. Parece que incluso un momento, y van a hablar.
En el fondo vemos arcos a través de los cuales se puede ver el paisaje tradicional italiano. Para Da Vinci, solo los héroes son importantes. Todos los demás detalles sirven solo como fondo compositivo de su creación.
El artista logró crear un magnífico lienzo, que impresiona por su pureza y ternura.