Ordenado por Federigo Gonzaga, este trabajo anticipa la serie “El amor de los dioses” y es un par para la pintura “Escuela de Cupido”. Anteriormente se pensaba que aquí no se representaba a Venus, ni a Antíope. Los investigadores estaban confundidos por la figura de la sátira.
Hay un mito que dice cómo Júpiter, para acercarse a la ninfa Antiope, se convirtió en una sátira. Así, se creyó que esta imagen también pertenece al ciclo “Amor de los dioses”.
Sin embargo, ahora los historiadores del arte afirman que la imagen no está directamente relacionada con el ciclo y no ilustra ningún mito en particular, pero Venus y Cupido están representados aquí. El lienzo, por lo tanto, no es tanto mitológico como francamente erótico.
En el siglo XVI, en el ambiente aristocrático, tales pinturas se hicieron muy populares. Después de la Edad Media “oscura”, la sed de vida y sus placeres se encendieron con una nueva fuerza, y tuvo el placer de ponerla en una forma elegante y decente. La mitología antigua presentaba a los pintores con muchos pretextos plausibles para representar desnudos.
En cuanto a esta imagen, aquí el encanto sensual de las curvas del cuerpo de Venus está subrayado y bien elegido fondo: un paisaje de bosque oscuro, contra el que la piel de la diosa parece luminosa.