Blake no tuvo tiempo de completar el ciclo de ilustraciones para la Divina Comedia de Dante. Comenzó a trabajar en él en 1824, a petición de John Linnell. Nos han llegado unos cien dibujos de Blake relacionados con este ciclo, y solo algunos de ellos están pintados por el propio autor.
El artista logró traducir los siete dibujos a placas de grabado, pero nunca completó ninguno de ellos.
El poema de Dante agitó tanto a Blake que aprendió italiano de forma independiente, para comprender mejor todos los matices emocionales y semánticos del texto. La traducción al inglés, en su opinión, “robó” la “Divina Comedia”, parpadeando con los más sutiles matices de significado. Aquí están las siguientes ilustraciones: “Ugolino con sus hijos en el calabozo”, “Anteus, bajando a Dante y Virgil al último círculo del infierno” y “Dante y Beatrice”.