“Types of Rouen” – una pintura de Claude Monet, escrita por él en el período de su vida en Argenteuil. Fue un momento maravilloso y fructífero, cuando la colección del artista se llenó de hermosos paisajes con vistas a las orillas del Sena, escenas con barcos de vela y residentes de la capital caminando en la provincia de Arzhantey.
A veces, Monet se permitía pequeños viajes por los espacios abiertos del Sena, incluso en la antigua montaña rusa Rouen, la capital de Normandía. Uno de los viajes a Rouen se coronó con una serie de densas vistas de la orilla derecha del río Sena y sus afluentes. El trabajo anterior fue incluido en su composición.
Cabe señalar que este lienzo se distingue no solo por la narración de la trama, sino también por la forma de escribir a Monet, que se caracteriza, por regla general, por trazos nerviosos.
“Tipos de Rouen”: personificación dolorosa del flujo tranquilo de la vida y de los elementos, solo se quedó dormido por un instante bajo el pincel del artista. Monet tuvo la suerte de capturar en sus redes precisamente ese pedazo de tiempo, cuando la naturaleza aún no está dormida, pero está inmersa en un dulce sueño. Y estos colores sombríos, y calma, y bajaron las velas de los barcos, y la falta de humanidad, todo habla de la preparación minuciosa del día para el encuentro de la oscuridad.
En el corazón de la paleta de colores “Kinds” hay tonos frescos de colores rosados y lilas. Su combinación dio a la imagen una media niebla misteriosa y bruma. La mancha negra, ya que no es extraño para el impresionismo con su rechazo de la pintura negra, deja al velero en el centro del remanso.
Agotado y solitario, proyecta una sombra sin fondo, de una profundidad similar, sobre el espejo del agua…
El paisaje de Rouen es increíblemente hermoso con sus edificios bajos y la torre de una capilla o un templo, de los cuales hay muchos en este lugar. El plan distante está coronado por una colina tan pesada e inclinada que se asemeja a la parte posterior de una ballena. Una pequeña casa a la derecha, como un eco de algo cercano y querido por el paisaje ruso, calienta el alma.
La narración pacificada, el tranquilo muelle cerca de las orillas bajas y el agua del espejo: todo dice, o mejor dicho, susurra acerca de la gravedad del día que pasa y pronto duerme, y luego la mañana otra vez…
Al mirar este lienzo, empiezas a comprender a Monet y su deseo de lugares tranquilos y tranquilos, aunque sean tan grandes en el sentido geográfico, como propios.