Desde el barrio de Surugate, cerca de Nihonbashi, había una magnífica vista del monte Fuji y el castillo del shogun. Este lugar era muy popular entre la gente del pueblo. Hiroshige eligió una composición clara y simétrica utilizando una perspectiva lineal para su grabado. El monte Fuji, situado en la parte superior de la hoja y separado por una franja de nubes estilizadas, “gendzigumo”, se eleva por encima del bullicio diario del distrito comercial, famoso por sus tiendas de telas Etigoy, representadas a ambos lados de la línea como una flecha de la calle que se extiende hacia la distancia.
Estas tiendas, que pertenecían a la familia Mitsui, florecieron gracias a varias innovaciones en el comercio.
El dueño de la tienda se negó a vender a crédito. Decidió reducir el comercio con los daimyos, que regularmente se “olvidaban” de pagar sus deudas y comenzó a centrarse más en los ciudadanos. Además de vender telas en una pieza grande con kimono, Mitsui Hatirobei comenzó a vender cortes de diferentes longitudes.
Echigoya tenía su propio emblema, que Hiroshige representaba en las cortinas del noren.
Las líneas de poesía hablan sobre la popularidad de las tiendas de Mitsui: / Con una grieta de seda, rompen / La tienda de Etigoya… / ¡Ha llegado el verano! La comparación de estos dos grabados muestra que en la segunda versión el artista usó un color generalmente más saturado. Se llama la atención sobre el color brillante de las nubes, que en la última hoja se vuelven casi ocres.