La pintura “El Sena en Ruán” fue pintada por Claude Monet en 1872, en el período inicial de su obra. Al mismo tiempo, se creó su famosa pintura “Impresión. El sol naciente”, que marcó el comienzo de una dirección artística como el impresionismo.
El artista siempre ha buscado crear pinturas lo más realistas y animadas posible. Pero no era suficiente para él simplemente crear un paisaje realista, la tarea principal era poner en el lienzo su impresión del paisaje contemplado, que podría cambiar en pocos segundos y golpear al artista con una nueva fuerza. La razón de tales cambios podría ser la luz del sol, el viento o simplemente cosas inusuales que están cerca de los objetos clave del paisaje.
Monet abandonó los métodos clásicos de pintura, que se enseñaban en las academias de arte, e inventó su propia técnica, que fue utilizada por muchos otros artistas y sus seguidores. El artista dedicó un gran papel a la luz y la sombra en sus obras. Claude confió en su mirada y vio la naturaleza circundante de una manera completamente nueva.
Es por esto que muchas de sus pinturas se ven vagas, como si todo en ellas se balanceara con el viento. Aunque los paisajes de Monet no se distinguen por la claridad y expresividad de las líneas, son dinámicos. Esto crea la impresión de que un mundo pequeño y pequeño se captura en una imagen pequeña, y el espectador solo puede penetrar en él y formar parte de él. Las características enumeradas del estilo de Monet se pueden ver en pinturas tan famosas como “Impresión.
El sol naciente” y “Gare Saint-Lazare”.
En esta imagen, el espectador ve el río Sena, que parece sorprendentemente vivo. Cuando miras una imagen, parece que el río representado con barcos que navegan a lo largo, hojas de árboles que se agitan con un viento ligero, es real, está sucediendo ahora mismo alrededor del espectador. Otra gota de realidad y el espectador pudo sentir ese olor a frescura de río, sentir la brisa fresca que llena las velas de los barcos y las olas de los árboles.
Todo esto lo logra el artista mediante el uso de esa inusual técnica impresionista que se suma a las pinturas de la vida.