
En 1851, la colección del Louvre se reponía con dos puertas laterales del tríptico de Hans Memling con la imagen de Juan el Bautista y María Magdalena. Ambas figuras están hábilmente incluidas en el paisaje, en su ubicación dominada por la simetría y el ritmo medido, creando una sensación de calma sublime.
Idealizando las figuras de los santos, Memling siempre supo mantenerse serio y solemne. Juan el Bautista luce majestuoso incluso en sus harapos, y el exquisito baño de María Magdalena le da a su imagen brillo y grandeza. La suavidad de ensueño prevalece en esta obra de Memling.
Pensativa y tierna, con un rostro rosado pálido y cabello dorado, María Magdalena irradia calma y encanto. Los santos están enfocados de manera inspirada, sus caras son bonitas, las figuras alargadas son gráciles.
El patrón exacto define claramente las formas, crea un juego intrincado de los pliegues de la ropa que cae. Fondo cuidadosamente escrito del paisaje. En ella puedes considerar sin cesar los detalles más pequeños de la vida cotidiana que rodean a los santos suspendidos de ella.
Virgen con el niño y santos María Magdalena, Juan el Bautista, Kozma, Damián, Francisco de Asís y Catalina de Alejandría – Sandro Botticelli
El ala derecha es María Magdalena. Tríptico de matrimonio familiar – Rogier van der Weyden
El altar de dos juan. Puertas exteriores – Hans Memling
María Magdalena. Parte de la familia del Tríptico del matrimonio – Rogier van der Weyden
Santos Jerónimo y Juan el Bautista – Tommaso di Giovanni Masaccio
Altar de los dos Johannes – Hans Memling
El altar de dos juan. Ala izquierda – Hans Memling
La Magdalena Penitente – Michelangelo Merisi da Caravaggio