El cuadro se pintó como un baño de vapor para el lienzo “Paisaje rural a la luz de la mañana”. En ambas obras el tema del tiempo suena, siempre fascinante, Federico. En el centro de la composición “Paisaje rural a la luz de la mañana”, el artista colocó un gran roble, detrás del cual montañas y una iglesia están envueltas en niebla brumosa.
Ambas pinturas reflejaban los pensamientos del artista sobre la fragilidad de la existencia terrenal.
En el caso del Levantamiento de la Luna sobre el Mar, desarrolla su tema habitual, mostrando a las personas que observan el levantamiento de la Luna, es decir, en el lenguaje de Federico, lo rápida y imperceptiblemente que pasa la vida. Cabe destacar que el artista colocó a sus “observadores” en una enorme roca. ¿Qué debe simbolizar? Probablemente la piedra de la fe, permitiendo que las personas estén calmadas frente a la muerte inexorablemente próxima.
Toda la escena es en tonos púrpuras, que Frederick consideraba triste. Por cierto, no fue el primero en ver un símbolo de rapidez en la Luna. Incluso antes de él, el místico romántico Runge dijo: “No me parece extraño cuando sin saberlo, recordamos toda nuestra vida, mirando las nubes que pasan por la cara de la Luna llena… No solo nos recuerdan la vida pasada, sino que también nos hacen pensar que Esperando que lleguemos “.