Pintura de Angelo Bronzino “La Sagrada Familia con Santa Ana y Juan el Bautista”. El tamaño de la imagen es 124.5 x 99.5 cm, madera, aceite. En un esfuerzo por subyugar la vida espiritual del país, para reprimir todo atisbo de protesta entre las personas y los círculos de la intelectualidad progresista, el papado, que no se limita al terror, introduce todo un sistema de control sobre todas las áreas de la ideología, publica un índice de libros prohibidos y veto materiales impresos.
Las bellas artes también están sujetas a una regulación estricta, la iglesia implantando celosamente un espíritu ascético en ellas. En un entorno de tanta presión sobre la libertad de creatividad, la autoexpresión, se pintó una de las mejores pinturas de un artista italiano.
Los rostros espiritualizados de los personajes bíblicos brillan con amabilidad y sincera santidad, son cercanos, humanos, pero al mismo tiempo no están con nosotros en la dimensión temporal. Particularmente llamativo es el rostro del pequeño Cristo, sus adultos, que parecen a través del tiempo, ojos.