Un maravilloso ejemplo del pintor de retratos de Antonello es el retrato de un joven realizado alrededor de 1475. El fondo, como en sus otros retratos, fue una vez oliva oscuro, pero eventualmente se volvió negro. Para obtener una imagen completa de este retrato, debe agregar tres centímetros en la parte inferior, tanto el borde cortado del parapeto con cartellino.
La proporción de las partes fue cercana a 3; 2. Dicha proporción no es típica de los retratos tetona, generalmente en una relación 4: 3 o 5: 4 más relajada. Formato alargado; el acorde sonoro de un sombrero rojo, una chaqueta morada y una camisa blanca como la nieve; cara pálida arrogante levantada; labios apretados brillantes; La mirada fría y penetrante: todo lo que se percibe al instante nos afecta con tanta fuerza que parece que encontrar un original en vivo no podría causar una impresión más fuerte. Antonello introdujo en el retrato una discrepancia apenas perceptible entre las expresiones del extremo y la mitad de la cara.
La parte más lejana, más iluminada y contrastada de la cara, contrasta con el resplandor que destella en el iris, como si asomara desde un silencio más cercano a la mitad. Este hombre atentamente siente al espectador con su mirada fría y evaluadora, frunciendo escépticamente un rincón de su boca. Parece que él ve al espectador a través. Pero el lado cercano de la cara no participa en esta investigación objetiva.
Ceja ligeramente levantada, párpado ligeramente bajado, redondeando la barbilla expresando satisfacción con el entendimiento alcanzado. Con un toque de ironía, le deja claro al espectador que es completamente transparente para él.