Retrato del cardenal – El Greco

Retrato del cardenal   El Greco

Aunque El Greco era conocido por sus religiosos y retablos, reflejando la esencia del fundamentalismo español de la época, también fue un destacado pintor de retratos, cuyas pinturas se encuentran junto a las obras de Diego Velásquez y Van Dyck.

El estilo pintoresco de Greco estaba formado por varios factores, entre ellos su estudio de la pintura de iconos, el arte bizantino tradicional y el manierismo, el interés por la pintura veneciana y la influencia del misticismo español en la ciudad de Toledo. Además, el maestro toma prestadas algunas técnicas para trabajar con el color de Tiziano, el drama de la iluminación de Tintoretto, la distorsión de los cuerpos de Parmigianino y las características compositivas de Miguel Ángel, mientras que sigue siendo un excelente maestro, con un estilo peculiar.

Fernando Nino de Guevara, cuyo retrato está representado en el lienzo, fue una de las figuras más destacadas de España, fue el Gran Inquisidor, Arzobispo y Presidente de la Gran Cancillería. Tras su muerte, el cardenal fue enterrado en el convento de toledo san pablo. Se cree que este retrato fue creado para decorar su tumba.

Fernando fue una de las personas de más alto rango, trabajando con quien El Greco se hizo conocido como uno de los mejores retratistas de la época.

Esta imagen es fascinante por varias razones, en particular, debido a la actitud inusual del artista y el cardenal. Nueve años antes de la creación de este retrato, El Greco pierde órdenes de los funcionarios del gobierno, sin embargo, todavía encuentra reconocimiento y entusiasmo entre los clientes de las iglesias y monasterios de Toledo. Pero él no se mete en el centro de atención.

Desde el punto de vista del artista, el pedido del influyente y famoso Fernando Nino de Guevara debería haberse hecho lo más halagador posible, presentando al cardenal de la manera más favorable. En cambio, el pintor griego creó una obra que impresiona con dolorosa honestidad y realismo.

Por lo general, El Greco firmó su trabajo con la frase “Domenico Theotokopoulos lo hizo”. En este retrato, la firma del artista se puede ver en un pedazo de papel que se encuentra a los pies del cardenal.

El cardenal se representa sentado en un sillón de terciopelo en un manto carmesí, y su figura está ligeramente inclinada en diagonal, lo que agrega más profundidad a la composición. El jefe de la Inquisición española nos mira a través de sus gafas y está rodeado de símbolos de su alta posición. La exquisita vestimenta se ve reforzada por la contención y el desprendimiento de hielo de este despiadado inquisidor general, que prometió perseguir a los herejes en todas partes.

Sin embargo, en un examen más detenido, está claro que El Greco se está burlando y burlándose del cardenal, ya que toda la atención del espectador se centra en la decoración inanimada. Se presta gran atención al color, pliegues, ropa de drapeado y otros detalles, representados con gran detalle. El inquisidor en sí ocupa mucho menos espacio y, a pesar de sus exuberantes vestimentas, está representado por un hombrecito. Su personaje también es criticado.

Cardenal como si se escondiera detrás de unas gafas.

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