William Warham, antes de convertirse en Arzobispo de Canterbury, estudió leyes en Oxford y fue abogado en la Corte Real. El excelente conocimiento de la ley contribuyó al hecho de que en 1494 dirigió el Archivo Judicial en Londres. En 1501, Enrique VII lo nombró obispo de Londres, y en 1503, lord canciller de Inglaterra.
En el mismo año, 1503, Warham se convirtió en Arzobispo de Canterbury.
Era amigo de Thomas More y es conocido por su educación y puntos de vista humanistas. Durante el reinado de Enrique VIII, Warham se vio obligado a seguir la política de reforma del rey. El desacuerdo con esta política y la intriga lo llevaron a abandonar el puesto de Lord Canciller y dedicar el resto de su vida exclusivamente a la iglesia.
Además, desde 1506 hasta la muerte de Warham, se desempeñó como rector de la Universidad de Oxford.
El retrato de William Warham se representa como un hombre mayor. De su figura emana tanta calma y confianza que involuntariamente se impregna de respeto por él. Una mirada enfocada, mirando hacia otro lado, enfatiza su mente extraordinaria, esto es principalmente un pensador y un destacado estadista, y los atributos apuntan a su posición: el Arzobispo de Canterbury, el jefe de la jerarquía eclesiástica en Inglaterra de ese período.