Captura a una chica guapa con rasgos delicados, casi infantiles.
La gama pastel de tonos rosa y plateado-blanco le da a la imagen una pureza pura. Una expresión inolvidable en el rostro de la niña es una media sonrisa deslizándose en sus labios, una misteriosa mirada de sombríos ojos en forma de almendra. Aquí, y la credibilidad, y algún tipo de reticencia, tal vez, su propio corazón secreto.