Pintura parmigianino “Retrato de un hombre”, madera, óleo. En 1523 o principios de 1524, Parmigianino se mudó a Roma. Sin lugar a dudas, es aquí donde el artista adquirió esa alta cultura pictórica, un arte brillante, que distingue su obra madura.
Y al mismo tiempo, en sus obras de los períodos romano y de Bolonia se intensifica la orientación antirrenacentista. Los críticos de arte que criticaban a Parmigianino por la “naturaleza anti-recesiva de la creatividad y el fiasco pesimista” vieron en la obra del maestro solo una desviación de los cánones clásicos del Renacimiento, culpando a la arbitrariedad del lenguaje pictórico y eclipsaron la visión artística del artista italiano.
El retrato de un hombre está escrito sobre el fondo del paisaje y el antiguo grupo escultórico. El retrato sorprende con la veracidad, la capacidad psicológica y la coloración emocional del personaje representado en la imagen de una persona.