Theodore Dure es una personalidad, en muchos sentidos notable. Fue uno de los pocos críticos de arte que entendieron y apreciaron las obras de los impresionistas desde el principio.
Con Whistler, Dure mantuvo relaciones amistosas, e incluso se convirtió en su biógrafo. Por cierto, el retrato de Theodore Dure fue escrito no solo por Whistler, sino también por Edouard Manet.