María Baroncelli tenía solo catorce años cuando se convirtió en la esposa de los treinta y tres Tommaso Portinari. En consecuencia, la moda de Borgoña para una niña es un tocado alto adornado con encaje, un largo velo que enfatiza su posición como una novia.
A pesar de su corta edad, su apariencia está llena de la confianza de una dama secular, y un precioso collar indica su alta posición social. A diferencia de la impasibilidad de su marido, su imagen es menos estricta y una leve sonrisa parece haber tocado su rostro.
Los estudios de rayos X del trabajo revelaron que la niña estaba vestida de manera diferente: la posición de la gorra de Borgoña, originalmente decorada con motivos en forma de V en el Portinari triptario, era más vertical, las cortinas negras caían sobre los hombros de la niña, cuya cara estaba enmarcada por un velo transparente. Los cambios se hicieron presumiblemente a petición del cliente.
Cabe destacar que en el tríptico, escrito por Hugo van der Goes, diez años más tarde, María Baroncelli está representada con el mismo vestido, con el mismo precioso collar. Su mano está decorada con un anillo con dos piedras – negro y rojo. Ambos retratos de los cónyuges están enmarcados con un marco de mármol, una técnica a la que el artista recurrió y posteriormente. Retrato de Tommaso Portinari