Diego Velázquez, al estar en el servicio de la corte del rey español, a menudo representaba a miembros de la familia real en sus lienzos, que eran muy populares, enfatizando así el poder y la nobleza de la dinastía gobernante.
Tal trabajo es el Retrato de la infanta Marie Margarita, escrito en 1655;Este retrato ocupa un lugar especial en las obras del artista y pertenece al período de madurez de su obra. Durante este período, Velázquez creó muchos retratos de la hija del rey español Felipe IV, quien más tarde se convirtió en la emperatriz del Sacro Imperio Romano.
La pintura muestra a una niña vestida formal, que tiene una mirada fría y altiva, que se suponía tenía representantes de la dinastía. La postura también le da a la niña perteneciente a la familia real.
Pero, a pesar de la rigidez y el carácter estático de la figura de la pequeña heredera del trono, el artista transmitió las características más pequeñas: líneas suaves, cabello dorado, ternura de labios que dan a su retrato una calidez y ternura especiales, en contraste con el aspecto estricto.
La imagen de Diego Velázquez “Retrato de la infanta Marie Margarita” se puede ver en el Louvre, el famoso museo en Europa y en todo el mundo.