La infanta Isabel es hija de Felipe II, el rey de España y su tercera esposa, Isabeli, una princesa de la casa de Valois, la hermana de la famosa reina Margot. En 1599 se casó con el archiduque Alberto y Felipe II nombró a una pareja para gobernar los Países Bajos en nombre del Rey de España. Una gobernante justa y sabia, hizo mucho para terminar la guerra entre los Países Bajos y España.
Su gobierno era el apogeo de la ciencia y el arte, que ella patrocinaba. Ella y su esposo Rubens han sido pintores de la corte desde 1609. Rubens no era solo un artista en la corte de la infanta.
Diplomático talentoso, llevó a cabo con éxito varias tareas políticas de la Infanta durante muchos años.
Su corte se encontraba en Bruselas, pero Rubens se reservó el derecho de vivir y trabajar en Amberes todo el tiempo. La infanta murió, sin dejar descendencia, en Bruselas en 1633. Rubens respetó al archiduque Alberto, pero mostró una devoción aún mayor hacia la archiduquesa, cuyo respeto y amor crecieron con los años.
Sus retratos posteriores, escritos por Rubens con simpatía y comprensión, nos ayudan a marcar todas sus altas cualidades.