En el verano de 1873, Ivan Nikolaevich Kramskoy trabajó en la pintura “Inspección de una casa antigua”.Vivía en una mansión no lejos de Yasnaya Polyana, y decidió hacer todos los esfuerzos posibles para escribir un retrato de Leo Tolstoy.
El recuento durante mucho tiempo no estuvo de acuerdo en posar. En una de sus cartas al famoso filósofo y publicista N. N. Strakhov, Tolstoi escribió: “Tretyakov me envió hace mucho tiempo, pero no quería, pero ahora este Kramskoy llegó y me convenció”.
En el retrato de Tolstoy, el talento de Kramsky, un psicólogo, se manifestó claramente. El fondo neutro del lienzo permite al artista centrar la atención del espectador en el personaje de la obra. El artista transmite magistralmente el complejo mundo interior de un gran escritor.
La mirada de Tolstoi, llena de fría atención y visión, revela en él a un brillante analista de las almas humanas, capaz de entender y descubrir la esencia de la vida. Kramskoy demuestra la integridad de la naturaleza de Lev Nikolayevich, su inquebrantable voluntad y su poderoso intelecto. La democracia y el carácter nacional de la apariencia de Tolstoi están subrayados por su proximidad a la gente.
El retrato de Tolstoy, según los investigadores de la creatividad Kramskoy, se encuentra entre las mejores obras del artista.