Poco a poco, la planta y lo nuevo, no el ejército, data. Fedotov se hizo amigo de la familia Flugov, que vivía muy cerca de él, en la Decimoquinta Línea de la Isla Vasilievsky, en su propia casa de madera con terraza y un gran jardín antiguo: con Karl Gustavovich, su esposa Charlotte Frantsevna, sus hijos Karl Karlovich y Rosalia Karlovna, y también Karl Yulianovich, y Karl Gavrilovich, y Egor Gavrilovich, un notario bursátil, y con ellos algunos de sus parientes: Annette Severin, la prima de Karl Karlovich, y también la prima segunda, Amalia Legrand.
El retrato de Yegor Gavrilovich Flug no era del todo habitual y, por lo general, no podía haberse escrito. No había nadie para quien posar: Yegor Gavrilovich, el querido Georg-Gottfried, murió en silencio hace uno o dos años, y luego Fedotov, con amoroso esmero, dibujó su cabeza sobre una almohada de ataúd.
Esta foto, sin cambiar nada en ella, la utilizó en el retrato pintoresco.
El retrato fue concebido y arreglado como lo sería una de sus pinturas. El anciano lo puso en la mesa con una vela encendida, con tanta astucia que logró justificar la inusual iluminación que pasó al retrato del dibujo. Todo el espacio y una parte de la figura se hundieron en una sombra profunda, de la que solo salía la cara, un trozo de la mesa iluminado por una vela, y en la mano de Flur una hoja de papel con la que nos tapó la vela, como si leyera o mirara algo en esta hoja.
Es como si una persona estuviera viva, con su habitual abrigo con las esquinas del collar cuidadosamente traspasadas, de pie junto a una mesa real con forma de ataúd con un paño verde y un candelero caliente pulido. el ojo nunca se encontrará con el nuestro: ya está allí, en un mundo diferente, separado de la vida y silenciosamente cerrado.
El mismo gesto de la mano de la modelo, bloqueando una vela con una hoja de papel, arrebata la figura, la cara y el trozo de la mesa con su luz y separa parte del espacio del espectador, como si eliminara el mundo extraño del mundo de la vejez, acercándose a la muerte. La figura de Flug se fusiona con un fondo oscuro, como si saliera de la nada. Todo esto en el espacio fluctúa, los contornos no están definidos, los volúmenes en aquellos lugares donde se fusionan con la sombra, se sumergen en la niebla.
Debido al enfoque especial de la tarea de retrato, la imagen expresa una rigidez trágica, logrando el efecto simplemente pintando los medios.