En 1887, Jan Matejko recibió el título de doctor honorario de la Universidad Jagellónica. Un año después, en junio de 1888, el artista comenzó a trabajar en el ciclo “La historia de los polacos”, que más tarde proporcionó al autor un comentario.
La secretaria del artista, Marian Gozhkovsky, escribió: “Como me dijo Mateiko, decidió probar que merece el título de doctor que fue otorgado por su universidad”. El ciclo consta de tres partes. La primera, de las seis pinturas, está dedicada a la era del dominio polaco en la dinastía Piast, y la segunda, de las cuatro pinturas, la dinastía jagellónica, las dos últimas, a la decadencia de la Mancomunidad polaco-lituana.
El ciclo se abre con la adopción del cristianismo, 1899 y la coronación del primer rey. Las últimas imágenes de esta serie son la “Constitución del 3 de mayo”, la “Dieta de cuatro años”, la “Comisión de educación” y la “Sección de Polonia”. Una de las obras, “Recepción de judíos en Polonia”, escribió el artista en un formato ampliado por orden de Arnold Rappaport de Viena.
A pesar de la presencia de los comentarios del autor, “La historia del pueblo polaco” es un verdadero rompecabezas histórico. No hace mucho tiempo, los críticos de arte llegaron a la conclusión de que este ciclo debería verse como una visión artística de la lucha entre el progreso de la civilización y la conciencia religiosa.