Chardin vivió toda su vida en París. Estudió en la Academia de París de St.. Lucas, y luego fue admitido en la Real Academia de Pintura y Escultura.
En la década de 1720, el artista ganó fama como maestro de la naturaleza muerta, en la que trabajó a lo largo de su obra.
Chardin cambió de muchas maneras este género, dándole una filosofía lírica, que ocultaba una comprensión de la interconexión orgánica del mundo de las cosas y la vida humana. En la década de 1730, después del matrimonio y el nacimiento de su hijo, Chardin se volvió cada vez más a la pintura de género: familia, escenas caseras, llena de paz, dignidad y amor.
Expuso sus obras en todos los Salones de París, recibió excelentes críticas. En sus pinturas, Chardin siempre aparece como un brillante dibujante y colorista, un maestro de construcciones espaciales complejas. Sus obras son un panorama de la “vida tranquila” del siglo XVIII, poetizadas, mostradas con ternura y amor, a veces con un toque de buena ironía y tristeza.
Otras obras famosas: “Atributos del arte”. 1765. Louvre, París; “Lavandera”.
Ermita, San Petersburgo; “Oración antes de la cena”. 1744. Ermita, San Petersburgo.