Los principales logros del arte estadounidense de la segunda mitad del siglo XIX están relacionados en gran medida con el nombre del artista Winslow Homer, quien junto con Thomas Eckinson fue un destacado representante de la pintura realista. En su juventud, Homero estudió litografía, trabajó como ilustrador. Los primeros trabajos significativos, elaborados informes de los frentes de la Guerra Civil, se publicaron en la revista de Nueva York “Harper’s Weekly”.
El formato de la publicación requería dibujos claros, concisos, pero a la vez espectaculares. Un elemento del arte ilustrativo y gráfico se puede encontrar en la pintura del autor. A pesar de los limitados medios de expresión, Homer en sus obras transmitía perfectamente el estado de ánimo. La imagen refleja el ambiente de felicidad característico de la infancia, de un nuevo día de verano. Debido al fuerte viento, el bote se inclinó hacia un lado.
El pescador y los tres niños intentan recuperar el equilibrio transfiriéndose a un lado del bote.
La trama evoca sueños de natación, aventuras y países lejanos e inexplorados, pero al mismo tiempo este barco de pesca y las personas que miran a la distancia transmiten una sensación de soledad de una persona en el mar infinito. El artista representó escenas reales con tal intensidad y poder que el espectador, viendo los lienzos, imbuido de su estado de ánimo.