Dramática imagen del artista español El Greco “Quitándose la ropa de Cristo”.Captura el momento en que los soldados se arrancan la ropa de Cristo antes de la ejecución. Esta historia era extremadamente rara en ese momento, ya que los artistas representaban con mayor frecuencia los argumentos “Tomando a Cristo bajo custodia”, “Coronación con una corona de espinas” y “La flagelación de Cristo”. Curiosamente, este motivo aquí se indica únicamente mediante el gesto de uno de los soldados que toca el chitón de Cristo.
El enfoque principal de El Greco se centra en la imagen del sentido trágico general de la muerte inevitable de Cristo. Las personas reaccionan de manera diferente a lo que está sucediendo. A la izquierda de Cristo está la figura de un guerrero pensativo, que en el momento de la muerte de Jesús exclamó: “¡Verdaderamente el Hijo de Dios fue esto!” La multitud que ha llenado la parte superior de la composición está rodeada de pasiones básicas. Los personajes sobresalen de la oscuridad con movimientos de copia aleatorios, reflejos de cascos de metal. Entre ellos, dos ladrones, rodeados por una curiosa multitud.
El horror y la desesperación están en sus caras distorsionadas de dolor y dolor.
En el contexto de esta agitada y ansiosa multitud, sobresale el rostro sufriente y exaltado de Cristo, que mira al cielo. Quizás esta sea una de las imágenes más memorables e inspiradas de Cristo en las obras de El Greco. Sin lugar a dudas, tenemos la imagen de un hombre perfecto. Pero su destino está predeterminado: los señores de la guerra con una armadura brillante y los soldados están cerca, listos para arrancar a Cristo en cualquier momento.
Mire su expresión aburrida, sus manos fuertes y musculosas, y comprenderá que él es simplemente un ejecutante pasivo de la voluntad de otra persona.
A la izquierda en primer plano están la Virgen María con un vestido azul y dos mujeres que la acompañan. Miran con horror a los verdugos que hacen una cruz para la ejecución. Al no ver que van a arrancarle la ropa a Cristo, ellos, como hechizados, miran el instrumento de la ejecución futura, el trabajo mecánico del soldado que prepara la cruz para la crucifixión. La hermosa rubia María Magdalena está tratando de sacar a la Madre de Dios de esta terrible visión.
Todos los sentimientos y pensamientos de las mujeres se vuelven hacia el futuro, que pronto se convertirá en el presente trágico: el martirio de Cristo.