La pintura en el espíritu del Apocalipsis. Representa un tipo de imagen de catástrofe total, que refleja los eventos actuales y llena de anticipación de cambios futuros. Pero el mundo aparece a través ya través de lo espiritual y aspirando de la tierra al cielo y al mismo tiempo desmoronándose y sin tener la esperanza de superar el caos.
Se representan las antiguas puertas monumentales en la sombra profunda del árbol del cementerio. Están entreabiertos, y los ojos del espectador corren a lo largo del camino lunar a las tumbas sagradas. Las tumbas se representan estrictamente céntricas, lo que indica su importancia para el artista.
Formas de hormigón: pilares de piedra, un hastial con una inscripción que promete la próxima resurrección, una cerca de madera y una puerta, entreabierta como si fuera para nuevos habitantes, un tronco de árbol y ramas con hojas, lápidas: todo esto está lleno de luz y se convierte en luz abstracta y planos de color. Los contrastes activos de los efectos de luz-sombra, los ritmos dinámicos de la luz de la luna y el cielo nocturno dan las características de pintura de la pintura sagrada.