A primera vista, no hay nada especial en la película de F. A. Vasiliev. Pero, de hecho, lleva un gran significado filosófico oculto. La imagen muestra un paisaje de pradera después de la lluvia reciente. Según el autor, el paisaje es un símbolo de colisiones complejas del alma humana.
La imagen muestra cómo la Luz Superior ilumina toda esa oscuridad, aún no despertada, que está en el mundo. La época del año en la foto es la primavera.
El autor describe la naturaleza en brillantes tonos de verde, que claramente traicionan al público toda la belleza y la vivacidad del follaje joven. La floración es, por así decirlo, el comienzo de una nueva vida, que el autor se avergüenza de mostrar en su obra. Solo en los meses de primavera la naturaleza es tan bella y encantadora.
Ahora, después de que llegara la lluvia, las praderas estaban llenas de poder vivificante y están listas de nuevo para deleitarse con su belleza.
Si miras de cerca, puedes ver que el cielo, como dividido en dos partes. En la mitad de la misma, las nubes de tormenta aún son visibles, en la otra, las nubes blancas transparentes están tomando el sol en los rayos del sol que solo miraban hacia afuera. Como si el mal y las buenas fuerzas se encontraran, y tratar de superarse entre sí.
Pero el buen poder gana, y las nubes oscuras se van separando gradualmente, dejando entrar las nubes brillantes.
En un pequeño río se puede ver el reflejo del cielo, por lo que se crea la ilusión de que las nubes existen simultáneamente en la tierra y en el cielo. Esto le da una cierta integridad al cuadro completo. La combinación de un lado nublado y soleado le permite demostrar que la primavera opone al frío y al calor.
Todo el trabajo es muy dinámico. Al mirar la foto, hay una sensación de que ahora las nubes comenzarán a moverse a través del cielo, y las hierbas de las praderas comenzarán a agitarse con una ráfaga de viento fresco.