El artista belga, representante del surrealismo, René Magritte, estudió en Bruselas en la Academia de Artes. En sus primeras obras sintió la influencia del futurismo y el cubismo. En 1925, al acercarse a los dadaístas, colaboró en la revista Aesopage, que fundaron, y su relación con la poesía y la pintura surrealista de Chirico provocó cambios en su trabajo.
En 1926, el artista creó su primer cuadro surrealista “The Lost Jockey”.
El artista se interesó por la literatura y la filosofía moderna, lo que se refleja en su obra. La pintura “La herencia humana I” se escribió en ese período cuando el artista estaba interesado en el problema de la percepción del público, la naturaleza ilusoria del espacio. En las obras de este tiempo, recurrió a símbolos complejos, todo tipo de efectos.
El juego resultante de reflexiones, combinaciones y comparaciones de imágenes, la identificación de efectos ocultos y fenómenos recibió en la obra del artista una comprensión psicológica y filosófica.
Otras obras famosas: “La traición de las imágenes”. 1928-1929. Museo de Arte de Los Ángeles; “La fiabilidad de la brecha”. 1965. Galería Nacional, Washington; “La clave de los campos”.
1936. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid; “Paseo de Euclides”. 1955.
Instituto de las Artes, Minneapolis; “Reproducción inválida”. 1937.
Museo Boymans van Beningen, Rotterdam.