La pintura “El Pastor Durmiente” es una de las creaciones más poéticas de Venetsianov. El artista con especial calidez y euforia lírica retrató a los niños campesinos. La pureza y la claridad armónica de su pensamiento artístico correspondían perfectamente a las tareas de recreación del mundo infantil.
Ninguno de los maestros rusos de su tiempo alcanzó tal penetración, tanta agudeza y, al mismo tiempo, semejante poder de sentimiento poético en la representación de las imágenes y las experiencias de los niños. Esto, sin embargo, no agota el contenido de la Sleeping Cowgirl. Aquí se encuentran todas las características principales del lenguaje artístico de Venetsianov, toda la estructura de su pensamiento figurativo, todos los aspectos progresivos de su arte, pero al mismo tiempo las limitaciones históricamente explicables de su realismo hablan clara y visualmente.
No hay acción en Sleeping Cowgirl. Se muestra a un campesino dormido en un campo; se sienta en la orilla de un río estrecho, apoyado en el tronco de un gran abedul viejo, y detrás de él se abre un paisaje típico ruso con una choza torcida, árboles de Navidad raros y campos interminables que se extienden hasta el horizonte. Pero en esta simple trama está incrustado un profundo contenido emocional.
La imagen de Venetsianov está imbuida de una sensación de paz y calma, un amor lírico de la naturaleza y el hombre.
El tema principal de la imagen es armonioso, la fusión del hombre con la naturaleza, y los venecianos en esto son, sin duda, cercanos a los sentimentalistas de finales del siglo XVIII. No hay rastros de posturas deliberadas en la “Pastora”; por el contrario, todo el aspecto de un niño dormido está marcado por las características de una naturalidad viva y relajada. Venetsianov con particular cuidado enfatiza en él el tipo nacional ruso y le da a su rostro una expresión de genuina y conmovedora pureza espiritual.
Las críticas a veces reprochaban a Venetsianov la postura algo educada del pastor, pero este reproche era injusto: era la postura del niño dormido con su peculiar rigidez, que transmitía bien el estado de sueño, indica la marca de la observación del artista y la cercanía de sus imágenes a la naturaleza viva.
El paisaje juega un papel importante en la imagen. Ya no es un “fondo” para la imagen de una persona, sino un medio independiente y esencial en la transferencia de sentimientos y en la construcción de una imagen. Venetsianov reproduce su apariencia holística, enfatizando intencionalmente las peculiaridades nacionales del paisaje.
Venetsianov, precisamente en el paisaje, fue el fundador de una nueva dirección, posteriormente desarrollada ampliamente por el arte ruso del siglo XIX. El estado de paz y tranquilidad que caracteriza a la “Vaquera Dormida” se revela y expresa principalmente en el paisaje con sus líneas tranquilas, suaves y ligeramente redondas, con sus amplios ritmos dimensionales, con su gama de colores apagados, construidos sobre una combinación armoniosa de gris, rosa y luz. Tonos verdes y azules.
La imagen de la naturaleza, como la imagen del hombre, en el arte de Venetsianov se convierte en el portador de una percepción del mundo idílico.