Esta memorable y muy perturbadora imagen, cuyo segundo nombre es “Cinco Edades”, representa un rincón de la costa de Pomerania, cerca de Greifswald. Tales playas pedregosas eran un lugar favorito para los lugareños. Aquí también vemos gente bastante común: niños jugando con una pequeña bandera, su madre o su niñera, dos hombres. Pero Frederick le da un nuevo sonido a esta escena cotidiana. Cinco barcos en el mar son, sin duda, símbolos del inevitable fin de la mortalidad.
Curiosamente, solo la persona más vieja vigila de cerca los barcos. Su postura expresa la calma de la meditación y la disposición a aceptar del destino todo lo que ella preparó para él. El resto de los personajes de la imagen están completamente absortos en la vida terrenal, momentánea.
Los niños se roban el uno al otro, la mujer les dice algo, con toda probabilidad, moralizando. El joven se para de espaldas al mar. Su postura es la de un hombre que está en el mejor momento de su vida, parado firmemente en el suelo. En la última obra maestra de Friedrich, casi todas las imágenes que usó el artista: la puesta de sol, siluetas de personas, barcos y el mar. A primera vista, la imagen parece ser una escena cotidiana ordinaria, pero para un espectador experto dice mucho.
El lienzo se distingue por un color rico, aunque restringido, inherente a las últimas obras del artista. El mar en la imagen está escrito en colores profundos. Parece sin fondo.
El cielo que hay sobre él tampoco tiene fondo, y entre estos dos abismos las naves, las creaciones de manos humanas, parecen especialmente frágiles y de corta duración.
El horizonte está iluminado por el sol poniente, un símbolo de la muerte. Sobre la puesta de sol, flotan amenazantes nubes púrpuras, y un nuevo mes ya se está levantando sobre ellas, un símbolo de la resurrección para la vida eterna. El cielo, luminosa y misteriosa luz de montaña, promete un refugio seguro para todos los barcos. Las naves que sobresalen por encima del horizonte dan la impresión de algo fantasmal: Friedrich logró este efecto utilizando tonos lilas. Sin embargo, los barcos son claramente visibles en el fondo de un cielo brillante.
El dinamismo de la composición se ve reforzado por las siluetas de pequeños barcos de pesca que se acercan a la costa. Pequeñas rayas blancas transmiten vieiras de las olas del mar corriendo hacia la costa.