Los atrevidos experimentos con luz son los principales medios expresivos utilizados por Claude Monet en sus obras. La variabilidad de las sombras y el juego de la luz siempre han atraído al artista que intentó captar y capturar esta belleza en sus pinturas. Claude Monet es autor de muchos paisajes similares, pero está escrito en diferentes momentos del día, en diferentes climas, en diferentes momentos del año.
En 1885, en la ciudad de Giverny, pinta un cuadro, al que llama “El Pajar en Giverny”. Allí, Claude Monet escribe muchas otras pinturas maravillosas que le dieron fama y reconocimiento.
En la imagen ante los ojos del espectador aparece la imagen rural cotidiana del interior francés. A primera vista, la imagen no representa nada especial y es difícil entender qué atrajo al artista aquí y por qué este lienzo se considera una de las mejores obras del gran impresionista francés.
Horizontalmente, la imagen se puede dividir en varios planos: el césped sombreado de color verde oscuro en el primer plano es como un marco, la limitación semántica del lienzo. En el mismo plano, se representa el personaje principal de la imagen, que atrae la atención del espectador, un pajar grande y desigual. Su imperfección deliberada solo realza el realismo de la imagen.
El segundo plan de la pintura “Haystack in Giverny” representa un área brillante, inundada de luz solar, la hierba de color verde oscuro se vuelve verde brillante, con un tinte amarillo. El artista describió claramente el borde de la luz y la sombra. Lo colocó un poco en ángulo, lo que agrega un poco de dinámica a la imagen.
El tercer plan de la pintura es una serie de árboles que son tan transparentes e ingrávidos que todo el paisaje representado por el pincel de Claude Monet se convierte en el mismo.