El talento de Ruysdael era multifacético, pero con toda su fuerza se reveló precisamente en los paisajes forestales. Prefirió pintarlos de manera enérgica y en colores apagados y sombríos.
Es cierto que la imagen que ves delante de ti es una excepción a esta regla. No hay oscuridad inherente en otros paisajes forestales del Ruysdael, es tranquilo y dispone de una contemplación reflexiva.
Además, el artista prestó mucha atención a las figuras de personas y animales, lo que no es típico de sus otras obras. Algunos investigadores creen que las figuras en este cuadro fueron pintadas por Adrian van de Velde, un artista talentoso y prolífico, que tuvo una vida muy corta. Se sabe que en la década de 1660, Velde solía escribir en colaboración con otros artistas.
Sin embargo, esto es sólo una suposición. La historia de esta imagen es un misterio para nosotros. Y la primera mención se refiere solo a 1937, cuando el “Paisaje del bosque” apareció inesperadamente en la subasta, donde fue adquirido por el Instituto Barberovsky.