El artista no buscó representar las desventajas sociales de los campesinos holandeses. En sus pinturas, la vida de la gente común es tranquila, bien alimentada, próspera. Por la noche
Los pastores condujeron la manada a la aldea, aquí están todos juntos: vacas, cabras, ovejas, lechones. los pastores reúnen a los rezagados: uno pide una señal de la tubería, el otro con un palo. Los animales ya se han relajado: las ovejas se acuestan para descansar, las vacas y los lechones beben agua junto al arroyo. Y en el porche cercano hay mucha gente, aquí hay un acuerdo para vender animales.
Algunas personas discuten enérgicamente el precio, quién aconseja no hacer una mala negociación, pero quién aumentará el precio. Los dos, el comprador y el vendedor, ya acordaron la venta y se dieron la mano. La imagen se mantiene en una gama tranquila de tonos beige-marrón y azul-gris.
El estado de ánimo de paz calma atrae al espectador a esta imagen.