La imagen “No dejaré salir” nos informa sobre la carga dañina del alcohol. El trabajo se realizó en 1892, cuando muchos pueblos se convirtieron en ciudades. Los espectadores ven el área urbana limitada al marco de la imagen.
La cerca se construye dejando bloques, con una perspectiva realista; De pie encima de él hay edificios de gran altura.
En la vista cercana hay una farola y puertas abiertas de la taberna con signos luminosos: “Cerveza”. Tres figuras humanas se representan en el primer plano. La figura femenina bloquea la entrada al pub.
Un niño agarró la falda de la mujer. Juntos volvieron sus ojos al hombre que estaba enfrente. Este es un esposo y padre, un hombre alto de mediana edad, vestido con ropa sucia, rota y sucia.
Zabuldyga estableció un objetivo para entrar en la taberna y, al parecer, con odio mira a detener a su esposa. Una mujer con desesperación y horror en sus ojos no quiere dejar a un hombre. El pequeño hijo con lástima abraza a su madre, sus ojos tristes no se tocan un poco adictos a la bebida de su padre.
La imagen está escrita en el estilo del realismo.
El artista transmitió un estado de ánimo triste con colores grisáceos y opacos. Los tonos verdosos terrosos y sucios dan a la atmósfera del lienzo un toque de dolor y fatalidad. El drama se ve realzado por la ostentosa soledad de una pareja casada: ni un solo alma viviente, ni un solo indicio de salvación está a la vista.