Escena de género – dos niños jugando. Solo una oveja y una cruz en las manos de uno de ellos, sugiere que es el Niño Cristo que le da al niño para que beba a San Juan Bautista.
La forma especial de Murillo de mostrar escenas bíblicas fue muy popular entre sus contemporáneos. El artista parecía decir: “¡Mira! Estas son personas reales que alguna vez vivieron en este mundo”.