Konstantin Makovsky a lo largo de los años ha desarrollado su propio estilo reconocible a pesar de que trabajó en varios géneros. La peculiaridad de su pintura “Naturaleza muerta” se debe precisamente al hecho de que el maestro la escribió de una manera completamente inusitada.
La imagen es muy brillante, escrita en el estilo de la pintura holandesa del siglo XVII. La imagen de los ramos brillantes de los maestros holandeses sobre un fondo oscuro ha sido un modelo a seguir durante varios siglos.
El bodegón está hecho de muy alta calidad y detalle. Trazó cuidadosamente el resplandor del sol, el juego de luces y sombras, la refracción de la imagen por el cristal con el que está hecho el jarrón.
El artista prestó mucha atención al realismo de la imagen. Exactitud y veracidad de la imagen: esa fue la tarea principal del artista al escribir esta imagen.