Creatividad Gustave Moreau se divorció de las realidades de la vida francesa del siglo XIX. Creó pinturas mitológicas y religiosas, de moda para la época. El artista creó su propio mundo fantástico en sus obras.
Desarrolló su extraño estilo de escritura, que no se combinó con el realismo y el impresionismo, pero sus contemporáneos consideraron su trabajo como innovador.
En 1868, Moreau completó su trabajo en la pintura “Las musas dejando a su padre Apolo”, cuyo argumento se basó en los mitos de la antigua Grecia sobre los dioses del Olimpo. Apolo es el dios dorado y hermoso de la luz del sol, el patrón de las artes y el líder de las musas. En el monte Parnaso, junto con la musa, deleitó la oreja con su música y las canciones de los habitantes del Olimpo.
Las musas poseían un don profético y ayudaban a las personas creativas. En el cuadro “Las musas abandonan a su padre Apolo”, el artista representa a un dios sentado en un trono, con una mirada pensativa que acompaña a las hermosas musas. Una corona que se asemeja a un disco solar adorna su cabeza. Las musas siempre han sido representadas como chicas jóvenes y hermosas. Así que en esta imagen las musas, hermosas vírgenes que miran a su alrededor con caras tristes y pálidas, abandonan a su patrón.
Entre estas jóvenes vírgenes se puede reconocer a la musa de la poesía heroica y la elocuencia de Calíope. Es la musa mayor y domina el resto.
El artista la representó en primer plano con una corona dorada en la frente y un atuendo rojo. Ella es la primera en dejar a su padre, y el resto de las musas la siguen. Delgado mes cuelga en el cielo azul grisáceo del templo de Apolo.
Es como una bruma dispersa alrededor. El color moro resalta el patrón planeado.
El primer plano está escrito en ricos colores púrpura y rojo, el centro de la imagen está en tonos dorados y amarillo pálido, y el fondo está escrito en tonos plata, azul y gris. Así, el artista transmite la perspectiva aérea. La imagen parece estar incompleta, ya que tiene detalles sin terminar.
Admira esta obra maestra en el Museo Gustave Moreau de París.