Ante nosotros está una joven madre con un niño en su regazo. Al principio, vemos el rostro de la madre lleno de orgullo por su hijo y la cara seria del niño. Luego presta atención a la ropa lujosa, con admiración representada por el artista.
Las cortinas solemnes pesadas y el esplendor del color no nos impiden percibir la unidad conmovedora de la madre y el niño.