El artista comenzará a pintar retratos femeninos más tarde en 1964-1967, escribirá estudios de Isabel Raustorn, Henrietta Moraes y otros. La “Mujer” de Francis Bacon no es el retrato de una persona específica, sino la imagen de una mujer en general en la representación de un artista expresionista e inaceptable para un espectador criado en las pinturas de Botticelli, Leonardo da Vinci o Rafael.
Al estudiar la biografía creativa del artista, no encontramos los hechos de un afecto especial por ninguna mujer o mujer madura, una pasión que inspiraría al artista a crear su Gioconda, que muestra en el lienzo el encanto mágico de una sonrisa o la inocencia conmovedora de los labios envolventes. A cada uno lo suyo.
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