Un destacado historiador del arte, restaurador y profesor, Igor Grabar fue un artista que no tenía miedo de aprender y experimentar. El bodegón “Untidy Table” fue el resultado creativo del viaje europeo de Grabar, donde se interesó por los impresionistas franceses.
Con toda la variedad de colores, el trabajo sorprende con la unidad de color, por lo que combina de manera magistral los colores y las sombras, otorgados solo al maestro más grande, que es profundamente consciente de la naturaleza del color y la luz. El color predominante es el azul, sombreado con colores brillantes y jugosos de manzanas, vasos y verdes. Qué belleza única posee cada elemento de la naturaleza muerta: cada objeto sobre la mesa tiene su propia textura y volumen.
Hermosas manzanas maduras, vasos en los que el vino “juega”, platos brillantes, todo esto golpea con tonos y reflejos del sol que animan y transforman la mesa de comedor habitual.
Otro acento notable desplazado a la esquina superior derecha es un delicado ramo de flores que completa la composición. Un elemento muy acogedor en el trabajo de Grabar es una silla de mimbre, que crea una sensación única de intimidad, privacidad e incluso familia. Era como si las personas que estaban almorzando hubieran volado de la mesa, habiendo huido de sus asuntos.
Con este interesante trabajo, el autor desea mostrarnos que la belleza también se puede encontrar en cosas bastante comunes, como una cena casera, un vaso sin terminar, en el vaso donde juega el sol, un ramo de flores. El maestro insta al espectador a que no sea miope y aprenda a notar la belleza del mundo que nos rodea.