Esta pintura inusual de De Chirico se hace eco de sus otros lienzos “metafísicos”. Su personaje casi no tiene cejas, lo que obliga a recordar el busto del “Retrato de Guillaume Apollinaire”. Los ojos cerrados del hombre sugieren ceguera.
Pero, a diferencia del mencionado “Retrato”, toda la escena aquí causa una impresión deprimente. Muy a menudo, este trabajo se interpreta en términos psicoanalíticos, interpretándolo como una expresión del temor de la infancia del artista a su padre. La manifestación del complejo de Edipo se encuentra en el libro, que está relacionado con la madre de Chirico.
Una pestaña pegada entre páginas, con este enfoque, se convierte en un símbolo sexual.
Sin embargo, también es posible una interpretación diferente de la imagen. La desnudez de un hombre indica su vulnerabilidad, y sus ojos cerrados indican que esta persona impresionante nunca puede comprender el significado del libro que tiene ante sí. En su forma característica, el artista complementa la composición con una serie de objetos misteriosos.
En este caso, incluyen una columna a la izquierda, un libro con una cubierta amarilla y una estructura extraña que se ve en la abertura de la ventana.