El artista francés Jacques Louis David fue el fundador del neoclasicismo. En su obra, como en toda la pintura académica, había obras escritas sobre temas mitológicos. La última gran obra del artista es la pintura “Marte desarmado por Venus y las tres gracias” de David, presentada en la exposición poco antes de su muerte.
La imagen provocó una crítica violenta por el hecho de que el artista se combinó con tanta incompatibilidad que la imagen sigue siendo un misterio.
Tiene las dos características del romanticismo y el realismo, así como la idealización con el clasicismo, que enfatiza la trama de la obra. A primera vista, destaca el lado erótico de la imagen. Esto subraya la alegría de la trama, los cuerpos femeninos desnudos, el joven Cupido, quitándole las sandalias al dios de la guerra. Vemos cómo Venus, la diosa del amor, desarma a Marte, sentada a su lado, tres hermosas gracias que sostienen el casco, la espada y el escudo ya retirados. Pero el trabajo muestra claramente la ironía.
En la foto no hay adoración de dioses antiguos y sentimientos románticos.
Las nubes, enfatizando la esencia divina de los personajes, contrastan fuertemente con su apariencia terrenal. Incluso Cupido se ha olvidado de las flechas, aunque debe golpear los corazones de las parejas amorosas con ellos. Y el dios de la guerra de Marte, y no lo parece.
Tampoco está claro qué debe terminar todo, qué sucederá cuando Venus lo desarme. Esta es la sonrisa irónica del artista, que aún es discutida por los críticos y da nuevas ideas ingeniosas sobre la imagen. Pero el hecho es que esta es una gran obra maestra de un destacado pintor.
En la historia quedaron conocidos modelos a partir de los cuales se descartaron los personajes.
Eran artistas del teatro La Monnet en Bruselas. Durante mucho tiempo, David buscó su acuerdo y, sin embargo, logró su objetivo. La bailarina Marie Lesuer se convirtió en la imagen de Venus, la imagen de Cupido fue tomada de la joven bailarina del teatro Lucien Petipa, y una de las gracias en la imagen fue la amante de Willem II de Orange.
Esta gran obra fue un resultado definitivo de la actividad creativa del artista.