“María Magdalena” es el personaje del Nuevo Testamento, una fiel seguidora de Jesucristo, una santa cristiana, portadora de mirra, que, según el texto del Evangelio, siguió a Cristo, estuvo presente en la crucifixión y fue testigo de su aparición póstuma.
En las iglesias ortodoxa y católica, la veneración de Magdalena es diferente: la ortodoxia la honra exclusivamente como mirra, curada de siete demonios y que aparece solo en algunos episodios del evangelio, y en la tradición de la Iglesia católica durante mucho tiempo se decidió identificar con ella la imagen de una ramera arrepentida y María de Betania, así como Adjuntar extenso material legendario.
La verdadera naturaleza de la relación entre Jesucristo y María Magdalena es el tema de numerosas teorías y suposiciones de conspiración que a veces son consideradas por los creyentes como una blasfemia.