La naturaleza rusa es tan diversa que es posible abordar este tema una y otra vez, revelando sus nuevas facetas. Shishkin posee una gran cantidad de obras en las que glorifica la belleza de nuestros campos y prados, bosques y lagos. Al autor le gusta la naturaleza veraniega, que muestra en todo su esplendor.
Esta foto muestra el estado de paz de la naturaleza. La superficie del agua del río está enmarcada por pintorescas orillas de color esmeralda. La naturaleza veraniega se muestra en una rica gama de colores de tonos verdes: de verde pálido, casi verde claro a verde intenso.
Además, el artista aplicó tonos de plata.
En la distancia, en el horizonte podemos admirar la niebla de la mañana. Se extiende a lo largo de la superficie del río. Para una mejor percepción, el autor lo mostró en tono plateado.
A pesar de que la niebla aún no se ha disipado, el cielo está ligeramente iluminado por la luz solar, que se distribuye uniformemente y anuncia la llegada de un nuevo día. El estado de ánimo de la imagen es lírico, la naturaleza despierta del sueño, comienza un nuevo día.
Gracias al talento de Shishkin, tenemos la oportunidad de admirar la vista asombrosamente hermosa de la orilla del río. Se refleja en la superficie del agua del río, que se muestra perfectamente plana, como un espejo. En la orilla izquierda del río, el autor mostraba pequeños arbustos, flores silvestres. Los árboles en el bosque en la orilla opuesta se representan muy majestuosos. El clima sin viento solo aumenta su poder.
El bosque es muy denso y denso. El follaje se asemeja al terciopelo.
El cuadro fue muy poético, inspirador y armonioso. Shishkin trató de transmitirnos la mañana de verano, su belleza y originalidad, porque cada día es diferente e irrevocable. El artista es muy talentoso y muestra el juego de luces, tonos que ayudan a admirar la variedad de colores en la imagen.
No es de extrañar que Shishkin sea reconocido como el maestro de las piezas.