
La pintura “Maduración”, de 1894, es la segunda versión del lienzo, escrita por Munk ocho años antes y destruida durante un incendio en su taller. Esta imagen transmite honestamente y con franqueza el despertar del sentimiento sexual, que Munch considera una de las experiencias más profundas y peligrosas que recae en la mayoría de los hombres. La maduración es una fase difícil de la transición de la infancia a la madurez.
La imagen muestra a una joven desnuda, tímidamente acurrucada en el borde de la cama. La niña se sienta en la postura frontal, con las rodillas fuertemente dobladas y las manos dobladas sobre ellas. Ciertos signos de la pubertad son delineados por la artista en su cuerpo con ternura y tacto.
La mirada de la niña y la expresión de su rostro muestran agitación, expresando temor a los cambios que tienen lugar en su cuerpo. El cuerpo y las manos de la heroína son sorprendentes en su delgadez, lo que hace que su imagen sea aún más frágil y vulnerable. Las manos de la niña cubren tímidamente su pubis, este gesto da tensión a la atmósfera.
La figura de la heroína está iluminada por el brillante sol de primavera, lo que hace que su cuerpo proyecte una sombra afilada, que parece ser una nube negra.
Chica que bosteza – Edvard Munch
Primavera – Edvard Munch
Danza de la vida – Edvard Munch
Creek – Edvard Munch
Mañana – Edvard Munch
Madonna – Edvard Munch
Noche estrellada – Edvard Munch
Hombres en la playa – Edvard Munch