Petrov-Vodkin está experimentando mucho en el campo de la composición. En sus lienzos, trata de transmitir el movimiento inacabado, tratando de crear una imagen desplegada a tiempo para el espectador. De acuerdo con su plan, el espectador debe ver el comienzo del movimiento, que queda fuera del alcance de la imagen, y también comprender cómo terminará la situación dinámica representada en el lienzo.
En la época soviética, Petrov-Vodkin busca comprender la esencia del punto de inflexión histórico en el destino del país, que se refleja invariablemente en sus obras. Una comprensión peculiar de la realidad tiene lugar, los temas de las pinturas consisten en la transmisión concreta de acontecimientos trágicos y heroicos de la vida. Crea composiciones temáticas, impregnadas de los duros avances de la lucha revolucionaria, la idea del sacrificio para el futuro, escribe retratos analíticamente rigurosos, poesía, composiciones de género-retrato que revelan una sensación de estar llenos.
Una de estas pinturas es la “Madonna Roja”. Representa a una chica sencilla vestida con ropa de trabajo, de pie contra la ventana abierta. Y detrás de la ventana está la construcción de un “nuevo futuro brillante”. El simbolismo de la imagen ya está en su nombre.
Desde el Renacimiento temprano, la imagen de la Virgen siempre ha estado asociada con la imagen de una madre con un niño en sus brazos.
En este caso, la Virgen simboliza un nuevo tipo de mujer soviética, diseñada no solo para dar a luz y criar hijos, sino también para participar activamente en la construcción de una nueva forma de vida. No es un secreto que en la Rusia pre-revolucionaria, el papel de las mujeres en la vida pública del país se limitaba estrictamente al marco de la vida cotidiana. Y de ninguna manera se les permitió resolver ningún problema global, porque incluso en una familia donde un hombre estaba a cargo y controlado por todo, una mujer estaba prácticamente sin derechos.
Petrov-Vodkin quería enfatizar que gracias a los acontecimientos de la revolución, una mujer se convirtió en miembro de pleno derecho de la sociedad. Y fue en ella que se depositaron grandes esperanzas en el guardián del hogar, capaz de construir y mejorar tanto su vida como la vida de todo el país. Madonna en este caso es percibida como la madre de toda la humanidad.