Esta famosa batalla glorificó a la flota rusa. La flota combinada de los aliados entró en la bahía de Navarri, donde se concentraba la flota turco-egipcia. Después de infructuosos intentos de negociar, después del bombardeo de la flota aliada con barcos turcos y baterías costeras en octubre de 1827, comenzó la batalla de Navarra.
Los acorazados rusos, estando en el centro, se llevaron la peor parte de las fuerzas turco-egipcias y destruyeron la mayor parte de la flota enemiga. El acorazado “Azov”, bajo el mando del capitán Iranga M. P. Lazarev, luchó con cinco barcos enemigos, pero en una batalla desigual los derrotó. P. S Nakhimov y V. A. Kornilov sirvieron como oficiales subalternos en este barco.
La tripulación del “Azov” se cubrió con una gloria imperecedera. El mundo entero admiraba la valiente flota rusa, el coraje y el arte marcial de los navegantes rusos.
Aivazovsky retrata al Azov ya gravemente dañado, pero la tripulación del barco lleva el barco turco al embarque, y los heroicos marineros rusos van a su cubierta para completar la destrucción del barco. Con gran habilidad, el artista muestra una imagen de la batalla: fuego, devorando barcos, fumando por todas partes, cubriendo reseñas, restos de barcos, gente tratando de escapar…