Pintura de Pierre-Auguste Renoir “The Lodge” es una de sus obras más famosas. La caja teatral representada en ella, marcada por unos pocos elementos, es más bien una decoración, un marco para la acción principal.
En su género, esta obra es un retrato, y una doble. En el primer plano, el artista representó a una mujer con unos pequeños binoculares en una mano y un elegante pañuelo en la otra. Detrás de ella hay un hombre que se sienta imponentemente en un sillón y observa atentamente lo que está sucediendo en el escenario utilizando binoculares teatrales.
Curiosamente, a pesar del hecho de que el artista colocó estas dos figuras una al lado de la otra, parecen completamente ajenas e inadecuadas entre sí.
En los detalles más pequeños, Renoir retrató los trajes de la dama, que se encuentran en la caja de teatro. Cada pliegue de su vestido hecho de tela, con un patrón de rayas anchas, un collar de perlas alrededor de un cuello elegante, todo esto crea una imagen de un bello y misterioso desconocido.
La expresión facial de una mujer contrasta marcadamente con su brillante atuendo: se ve muy estricta y restringida. La mujer está distante y casi indiferente a lo que está sucediendo: mira directamente al espectador, pero sus pensamientos están lejos, no le interesa en absoluto actuar en el escenario. Los detalles del baño femenino, cuidadosamente rastreados por el artista, no distraen al espectador de admirar el rostro de la mujer.
En este trabajo, Auguste Renoir hizo un uso completo de su hallazgo: una combinación de colores negro y perla. Esto crea el efecto de una cierta solemnidad y teatralidad. Para la imagen de un hombre, el artista posó para su hermano Edmond.